Desde siempre, los seres humanos hemos deseado saber si en algún lugar del universo viven seres semejantes a nosotros. Por eso, en algunos vehículos espaciales lanzados en los años 70 se enviaron placas
con información sobre los seres humanos y sobre la localización de la Tierra. También se enviaron discos con imágenes de nuestro planeta y con grabaciones de muchos de sus sonidos característicos : el humor de las olas, el llanto de un niño, saludos en diferentes idiomas...
Esos discos siguen en el espacio, a la espera de que existe alguna forma de vida inteligente, los encuentre y sepa que hay en el universo un planeta habitado llamado Tierra.
